Hace 2000 años, el Señor Jesús encarnado fue crucificado para redimir los pecados de la humanidad, lo que hizo de Él una ofrenda por el pecado y culminó Su obra de redención. Todos los creyentes en el Señor creen que se les han perdonado los pecados, por lo que el Señor ya no los considera pecadores y, cuando regrese, los llevará directamente al reino de los cielos. Por ello, la gente mira constantemente al firmamento, anhelando el día en que de pronto sea arrebatada a los cielos y se reúna con el Señor. Sin embargo, con gran sorpresa, mientras observa los grandes desastres que se manifiestan ante sus ojos, todavía no ha visto al Señor Jesús descender en una nube. En cambio, el Relámpago Oriental da sistemáticamente testimonio de que el Señor ya ha regresado, de que Él es Dios Todopoderoso en la carne, de que expresa verdades y lleva a cabo la obra del juicio, que comienza por la casa de Dios, y de que ya ha formado un grupo de vencedores. Esto es todo lo contrario a las nociones y fantasías de la gente. Por eso muchos preguntan: El Señor Jesús ya ha redimido a la humanidad y ha concluido Su gran obra. ¿Por qué habría de realizar Dios la obra del juicio en los últimos días? Busquemos la verdad de esto en el episodio de hoy de En busca de la fe verdadera y descubramos juntos las respuestas.