diciembre 3, 2024
¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.
Juan 20:29
De esta suerte, aunque caminase yo por la sombra de la muerte, no temeré ningún desastre; porque tú estás conmigo. Tu vara y tu báculo han sido mi consuelo.
El Señor es mi pastor, nada me faltará.
El que se acoge al asilo del Altísimo, descansará siempre bajo la protección del Dios del cielo. El dirá al Señor: Tú eres mi amparo y refugio; el Dios mío en quien esperaré. Porque él me ha librado del lazo de los cazadores y de terribles adversidades.
E invócame en el día de la tribulación: Yo te libraré, y tú me honrarás con tus alabanzas.
Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro defensor en las tribulaciones que tanto nos han acosado.
Caerán muertos a tu siniestra mil y diez mil a tu diestra; mas nada te pasará a ti.
Las palabras que yo os he dicho, espíritu y vida son.
Dijo, pues, el Señor a Satanás: Ahora bien, todo cuanto posee lo dejo a tu disposición; sólo que no extiendas tu mano contra él. Con esto se salió Satanás de la presencia del Señor a ejecutar sus designios.
Concluido el turno de los días del convite, enviaba Job a llamarlos, y los santificaba, y levantándose de madrugada ofrecía holocaustos a Dios por cada uno de ellos. Porque decía: No sea que mis hijos hayan pecado y desechado a Dios en sus corazones. Esto hacía Job en todos aquellos días.
Entonces el Señor llovió del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego por virtud del Señor. Y arrasó estas ciudades, y todo el país confinante, los moradores todos de las ciudades, y todas las verdes campiñas del territorio.