Evangelio de Hoy - Génesis 19:24-25
Evangelio de Hoy - Génesis 19:24-25
Entonces el Señor llovió del cielo sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego por virtud del Señor. Y arrasó estas ciudades, y todo el país confinante, los moradores todos de las ciudades, y todas las verdes campiñas del territorio.
La ira y la justicia de Dios
La destrucción de Sodoma por parte de Dios en Génesis 19: 24-25 expresa la justicia y la majestad de Dios. Sodoma era una ciudad llena de festejos y juergas con música y baile noche tras noche. La gente de Sodoma vivía en malos deseos, promiscuidad y corrupción, incapaces de liberarse. Lo que es aún peor, cuando se enteraron de que dos mensajeros habían venido a casa de Lot, los rodearon y quisieron atrapar y dañar a los dos mensajeros. Eran tan malvados. Además, expuso su sustancia de ser hostil a Dios.
Un libro dice: “Esta humanidad se había vuelto corrupta hasta el extremo. Esta gente no conocía a Dios ni de dónde provenían ellos mismos. Si les mencionabas a Dios, te atacaban, difamaban y blasfemaban. Incluso cuando los siervos de Dios habían venido a difundir Su advertencia, estas personas corruptas no solo no mostraron signos de arrepentimiento y no abandonaron su conducta malvada, sino, al contrario, hicieron daño descaradamente a los siervos de Dios. Lo que expresaron y revelaron fue su esencia-naturaleza a de extrema hostilidad hacia Dios. Se puede ver que la resistencia contra Dios de estas personas corruptas era más que una revelación de su carácter corrupto, del mismo modo que era más que un ejemplo de difamación o burla que simplemente brotaba de una falta de entendimiento de la verdad. Ni la estupidez ni la ignorancia causaron su conducta malvada; estas personas actuaban de este modo no porque hubiesen sido engañadas, y sin duda no fue porque hubiesen sido confundidas. Su conducta había alcanzado el nivel del antagonismo flagrantemente descarado, la oposición y el clamor contra Dios. Sin duda, este tipo de conducta humana enfurecería a Dios, y enfurecería Su carácter —un carácter que no debe ser ofendido—. Por tanto, Dios desató directa y abiertamente Su ira y Su majestad; esta fue una verdadera revelación de Su carácter justo”.
Dios odia el mal. La gente de Sodoma había estado en la cima de la maldad. Por lo tanto, Dios estaba decidido a destruirlos. Esta es la manifestación de la disposición justa de Dios. Comparta un pasaje más de las palabras para que podamos saber más acerca de Dios: “Dios envía Su ira porque las cosas impías, negativas y malvadas obstruyen, perturban o destruyen la actividad y el desarrollo normales de las cosas justas y positivas. El objetivo de la ira de Dios no es salvaguardar Su propio estatus e identidad, sino la existencia de las cosas justas, positivas, bellas y buenas, las leyes y el orden de la supervivencia normal de la humanidad. Esta es la causa principal de la ira de Dios” (“Dios mismo, el único II”).