Inspiración recibida de la historia del rey Salomón
Por Mowen, China
La Biblia registra al rey de Israel—Salomón, quien fue el rey más sabio a lo largo de las eras. Recientemente, leyendo su historia, adquirí nuevos conocimientos respecto al carácter justo de Dios. Y, me di cuenta de que, en nuestra creencia en Dios, comprender la verdad y alabar mejor a Dios, es extremadamente importante que conozcamos el carácter justo de Dios. A continuación, compartiré mis logros con ustedes.
Dios Bendice a Aquellos Que Están Conscientes de Su Voluntad
En la Biblia está escrito, “ Y se le apareció Yavé a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé. Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día. Ahora pues, Yavé Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir. Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud. Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande? Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio, he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú. Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días” (1 Reyes 3:5-13).
De las suplicas de Salomón y las promesas de Yavé Dios, podemos ver que Dios da gracia y bendiciones especiales a aquellos que consideran Su voluntad. Salomón le pidió a Dios que le otorgara suficiente sabiduría, para que pudiera gobernar mejor al pueblo de Israel y llevarlos a adorar a Dios. Su pedido fue por consideración a la voluntad de Dios y eso deleitaba a Dios. Así que Dios le prometió a Salomón: “sábete que yo he otorgado tu súplica, y te he dado un corazón sabio y de tanta inteligencia que no lo ha habido semejante antes de ti, ni le habrá después” (1 Reyes 3:12). De esto podemos que lo que Dios le dio a Salomón no fue solo simple sabiduría capacitándolo para distinguir entre el bien y el mal, pero más bien la mayor sabiduría que le hizo más sabio que todos los otros reyes. Además, Dios también le dio una riqueza inigualable porque lo que el pidió fue apreciado por Dios, así que, durante los años de su vida, ningún rey en el mundo fue más honorable que él. Esto demuestra que Dios bendice a las personas conforme a Sus principios—Él bendice a aquellos quienes prestan atención a Su voluntad. Así que si lo que nosotros pedimos y hacemos en aras al servicio del Señor lealmente, para la iglesia y para los hermanos y hermanas, como así para satisfacer a Dios, dando testimonio de Dios y haciendo la voluntad de Dios, entonces Dios nos aceptara y se deleitara en nosotros.
La Caída de Salomón Refleja la Justicia de Dios
Más Adelante, además de casarse con la hija del Faraón de Egipto, Salomón tomó a las princesas de otros reinos como sus concubinas. Mientras se codiciaba con su belleza, se sumergió en los placeres de la carne. No sólo eso, sino que incluso abandonó al Dios Yavé y siguió a las mujeres gentiles para adorar a ídolos, y, además, construyó un gran lugar para los ídolos en la colina en frente de Jerusalén. Salomón obrando tan severamente, violó los mandamientos de Dios y decepcionó los deseos que Dios tenía de él. Y entonces lo que hizo era malvado, a los ojos de Yavé Dios. Así que Yavé Dios le dijo: “Porque te has portado así, y no has guardado mi pacto y los preceptos que te di, rasgaré y dividiré tu reino, y se lo daré a un siervo tuyo. Mas no lo ejecutaré en tus días por amor de David, tu padre; lo desmembraré cuando se halle en poder de tu hijo; aunque no se lo quitaré todo entero, sino que dejaré a tu hijo una tribu, por amor de David, mi siervo, y de Jerusalén , mi ciudad escogida'” (1 Reyes 11:11-13).
De esto podemos ver que Dios toma una postura hacia los pensamientos y acciones de las personas y Sus actitudes no permanecerán inalterables. En cambio, cambian de acuerdo con las diferentes actitudes hacia Su verdad, Sus comisiones y Sus exigencias. El ascenso y descenso de Salomón es solo un ejemplo de esto. Al principio, él le pidió sabiduría a Dios, con el propósito de dirigir a la nación mejor y guiar al pueblo de Israel para que alabaran a Dios de mejor manera. Por ende, él la utilizó para hacer cosas que pudiesen satisfacer a Dios para así completar el mandato que Dios le dio. Entonces, Dios apreciaba su búsqueda y sus acciones, y otorgó bendiciones sobre él. Pero más adelante, Salomón comenzó a vivir en lujuria en los placeres de la carne y traicionó el mandamiento de Dios, adorando a ídolos. Tales acciones enfurecieron a Dios, así que Dios desató Su ira sobre él, dividiendo su nación. Como podemos ver, el carácter de Dios no sólo es misericordioso y compasivo, sino también justo y majestuoso. Él puede otorgar Sus bendiciones a las personas, así como desatar Su ira sobre la gente, y él puede perdonar a la gente, así como disciplinarles y castigarles, esto está determinado por el carácter justo de Dios, y por las actitudes de la gente hacia Dios y los senderos por donde la gente camina.
La historia de Salomón nos da una advertencia: El Dios en quien creemos es justo y todopoderoso. El escudriña cada una de nuestras palabras y pasos. Si nuestros pensamientos y acciones están de acuerdo con la verdad, en aras de satisfacer a Dios, obedeciendo a Dios y esparciendo la palabra y atestiguando a Dios, entonces Dios tendrá misericordia de nosotros y nos bendecirá; si disfrutamos de los placeres de la carne, a menudo vamos en contra de las exigencias de Dios y hasta hacemos el mal, entonces Dios se enojará con nosotros y nos castigará. Por lo tanto, Podemos ver que con nuestra fe es extremadamente importante conocer el carácter justo de Dios y caminar la senda temiéndole y apartándonos del mal.