En la actualidad, la tierra está siendo asolada por desastres como terremotos, hambrunas, plagas, inundaciones y sequías. La intensidad de estos desastres está creciendo y están causando cada vez más muertes. Dios ama al hombre y lo salva, ¿por qué, entonces, hace caer desastres tan grandes?
Versículos bíblicos como referencia:
“Asimismo yo impedí que os viniese lluvia, cuando aún faltaban tres meses hasta la cosecha, e hice que lloviese en una ciudad, y que no lloviese en otra; a un paraje le di lluvia, y otro se secó por no habérsela dado. Y acudieron dos, tres y más ciudades y otra ciudad a buscar agua para beber, y no pudieron saciarse; y no por eso os convertisteis a mí, dice Yavé. Yo os afligí con viento abrasador y con plagas: La oruga devoró vuestras huertas, y vuestras viñas, y vuestros olivares, y de vuestros higuerales; y a pesar de eso no os convertisteis a mí, dice Yavé. Envié la mortandad contra vosotros en la jornada de Egipto; a vuestra juventud la hice morir al filo de la espada, y fueron cogidos hasta vuestros mismos caballos; el olor de los cadáveres de vuestro campamento lo hice llegar a vuestras narices, y no por eso os convertisteis a mí, dice Yavé. Yo os arrasé, como arrasó Dios a Sodoma y a Gomorra, y quedasteis como un tizón que se arrebata de en medio de un incendio, y con todo no os convertisteis a mí, dice Yavé. Estas cosas ejecutaré yo contra ti, oh Israel; mas después que así me haya portado contigo, prepárate, ¡oh Israel!, para salir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:7-12).
“He aquí que viene el tiempo, dice Yavé, en que yo enviaré hambre sobre la tierra; no hambre de pan ni sed de agua, sino de oír la palabra de Yavé” (Amós 8:11).
Las palabras relevantes de Dios:
Todo lo que Él hace se planea con precisión. Cuando ve desarrollarse una cosa o una situación, existe un estándar por el que medirlas a Sus ojos, y este determinará si comienza un plan para lidiar con ellas o cómo tratarlas. Él no es indiferente ni insensible hacia todo. En realidad, es todo lo contrario. Aquí hay un versículo que Dios le dijo a Noé: “He decidido poner fin a toda carne, porque la tierra está llena de violencia por causa de ellos; y he aquí, voy a destruirlos juntamente con la tierra”. ¿Afirman las palabras que Dios dijo esa vez que sólo destruiría a los seres humanos? ¡No! Él declaró que iba a destruir todo lo vivo, lo que tuviera carne. ¿Por qué quería Dios la destrucción? Aquí hay otra revelación del carácter de Dios; a Sus ojos, existe un límite para Su paciencia respecto a la corrupción del hombre, a la inmundicia, la violencia, y la desobediencia de toda carne. ¿Cuál es Su límite? Es como Dios mismo dijo: “Miró Dios a la tierra, y he aquí que estaba corrompida, porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”. ¿Qué significa la frase “porque toda carne había corrompido su camino sobre la tierra”? Significa que al llenarse de corrupción el comportamiento de todas las cosas vivientes y verlo Dios, tuvo que destruirlas, incluidas las que le seguían, las que invocaban Su nombre, las que una vez le hicieron holocaustos, las que lo reconocían verbalmente y hasta le alababan. Ese fue el límite de Dios. ¿Hasta qué punto mantuvo Dios, pues, la paciencia con el hombre y la corrupción de toda carne? Hasta el punto en que todas las personas, seguidoras de Dios o incrédulas, dejaron de caminar por la senda correcta y el hombre no solo estaba corrompido moralmente y lleno de maldad, sino que no había nadie que creyese en la existencia de Dios, y mucho menos que considerara que Él gobierna el mundo, que puede traer luz y la senda correcta a las personas. Hasta el punto de que el hombre despreció la existencia de Dios y no le permitió existir. Una vez que la corrupción del hombre llegó a semejante nivel, Él ya no lo soportó más. ¿Qué la sustituiría? Llegarían la ira y el castigo de Dios.
Extracto de “La obra de Dios, el carácter de Dios y Dios mismo I”
Mis palabras lograrán todo; ningún hombre puede participar y ninguno puede realizar la obra que Yo llevaré a cabo. Limpiaré el aire de todas las tierras y erradicaré de la tierra todo rastro de los demonios. Ya he comenzado y daré el primer paso de Mi obra de castigo en la morada del gran dragón rojo. Así, se puede ver que Mi castigo le ha sobrevenido a todo el universo, y que el gran dragón rojo y toda clase de espíritus inmundos no tendrán poder para escapar de Mi castigo, porque Yo observo todas las tierras. Cuando Mi obra en la tierra finalice —es decir, cuando la era del juicio llegue a su fin— castigaré formalmente al gran dragón rojo. Mi pueblo verá, sin duda, Mi justo castigo hacia el gran dragón rojo; verterá, sin duda, alabanzas por causa de Mi justicia y para siempre exaltará sin duda Mi santo nombre por causa de Mi justicia. De ahí que llevaréis a cabo formalmente vuestro deber y formalmente me alabaréis por todas las tierras, ¡por los siglos de los siglos!
Extracto de “Capítulo 28” de Las palabras de Dios al universo entero
Cuando las personas hayan sido hechas completas y todas las naciones de la tierra se conviertan en el reino de Cristo, será el momento en que retumben los siete truenos. El hoy es un paso en dirección a esa etapa; se ha desencadenado el ataque hacia ese día. Este es el plan de Dios, y en el futuro cercano se llevará a cabo. Sin embargo, Dios ya ha cumplido todo lo que ha dicho. Por tanto, queda claro que las naciones de la tierra no son sino castillos en la arena que tiemblan cuando se acerca la marea alta: el último día es inminente y el gran dragón rojo se vendrá abajo y será aplastado por la palabra de Dios. Para asegurarse de que Su plan se lleve a cabo con éxito, los ángeles del cielo han descendido a la tierra y hacen su máximo esfuerzo por satisfacer a Dios. El Dios encarnado mismo se ha movilizado al campo de batalla para librar la guerra contra el enemigo. Cualquier lugar donde aparezca la encarnación es un lugar desde el cual el enemigo es exterminado. China será la primera en ser aniquilada; será devastada por la mano de Dios. Él no le dará cuartel a China. La prueba del colapso progresivo del gran dragón rojo se puede ver en la maduración continua del pueblo; esto es evidente y visible para cualquiera. La maduración del pueblo es una señal de la caída del enemigo. Esto es una pequeña explicación de lo que quiere decir “compito”.
Extracto de “Capítulo 10” de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero
Hoy, no solo desciendo sobre la nación del gran dragón rojo; también vuelvo el rostro hacia todo el universo y provoco que todo el empíreo tiemble. ¿Existe algún lugar que no esté sujeto a Mi juicio? ¿Hay algún lugar que no exista bajo las calamidades que Yo hago descender sobre él? Dondequiera que voy, he esparcido todo tipo de “semillas de desastre”. Esta es una de las formas en las que obro y, sin duda, es un acto de salvación para la humanidad, y lo que les extiendo sigue siendo un tipo de amor. Deseo permitir que incluso más personas lleguen a conocerme y puedan verme, y, de esta forma, lleguen a venerar al Dios a quien no han podido ver durante tantos años, pero que, en este momento, es real. ¿Por qué razón creé el mundo? ¿Por qué, después de que los seres humanos se volvieron corruptos, no los aniquilé por completo? ¿Por qué razón toda la raza humana vive entre desastres? ¿Cuál fue Mi propósito al revestirme de carne? Cuando llevo a cabo Mi obra, la humanidad conoce no solo el sabor de lo amargo, sino, también, de lo dulce.
Extracto de ‘Capítulo 10’ de Las palabras de Dios al universo entero en “La Palabra manifestada en carne”
En esta etapa de la obra, como Dios desea revelar todos Sus hechos por todo el mundo para que todos los seres humanos que lo han traicionado vengan nuevamente a someterse delante de Su trono, el juicio de Dios contendrá Su misericordia y Su bondad. Dios usa los acontecimientos actuales que ocurren en todo el mundo como oportunidades para hacer que los seres humanos sientan pánico, y los acicatea para que busquen a Dios de manera que puedan regresar para estar delante de Él. Así pues, Dios dice: “Esta es una de las formas en las que obro y, sin duda, es un acto de salvación para la humanidad, y lo que les extiendo sigue siendo un tipo de amor”.
Extracto de “Capítulo 10” de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero
En las fases de la obra de Dios, la salvación sigue adoptando la forma de distintos desastres y nadie que esté condenado puede escapar de ellos. Solo al final será posible lograr una situación en la tierra que sea “tan serena como el tercer cielo: aquí, todas las cosas vivas, grandes y pequeñas, coexisten en armonía y jamás se involucran en ‘conflictos de la boca y la lengua’”. Un aspecto de la obra de Dios consiste en conquistar a toda la humanidad y ganar al pueblo escogido por medio de Sus palabras; otro es conquistar a todos los hijos de la rebeldía por medio de diversos desastres. Esta es una parte de la obra de Dios a gran escala. Solo de esta forma puede alcanzarse plenamente el reino en la tierra que Dios desea y esta es la parte de Su obra que es oro puro.
Extracto de “Capítulo 17” de Interpretaciones de los misterios de las palabras de Dios al universo entero
Expreso Mi misericordia hacia los que me aman y se niegan a sí mismos. El castigo traído sobre los malvados es una prueba de Mi justo carácter y, más aún, testimonio de Mi ira. Cuando llegue el desastre, el hambre y la peste caerán sobre todos aquellos que se oponen a Mí y llorarán. Quienes hayan cometido toda clase de maldades, pero que me hayan seguido durante muchos años no se librarán de pagar por sus pecados; ellos también caerán en la catástrofe, que apenas se ha visto durante millones de años, y vivirán en un constante estado de pánico y miedo. Y todos Mis seguidores que han sido leales a Mí se regocijarán y aplaudirán Mi grandeza. Ellos experimentarán una alegría inefable y vivirán en un júbilo que Yo nunca antes he otorgado a la humanidad. Porque Yo atesoro las buenas acciones del hombre y aborrezco sus acciones malvadas. Desde que comencé a liderar a la humanidad, he estado esperando obtener un grupo de personas que piense igual que Yo. Pero nunca olvido a los que no piensan igual; los aborrezco siempre en Mi corazón, a la espera de la oportunidad de administrarles Mi retribución y lo disfrutaré cuando lo vea. ¡Ahora, Mi día finalmente ha llegado y ya no necesito esperar!
Extracto de ‘Prepara suficientes buenas obras para tu destino’ en “La Palabra manifestada en carne”