Que Dios conmueva una vez más nuestros espíritus Que Dios conmueva una vez más nuestros espíritus
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Que Dios conmueva una vez más nuestros espíritus

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I

¡Oh, Dios! Que Tu Espíritu conceda la gracia

sobre el pueblo en la tierra,

y así mi corazón se vuelva hacia Ti,

y así mi espíritu se conmueva,

y pueda ver Tu hermosura

en mi espíritu y corazón,

y todos vean Tu belleza.

¡Oh, Dios! Que Tu Espíritu

vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

Vuelve a conmovernos,

vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios!

II

Dios primero pone a prueba nuestro corazón.

Conmoverá nuestro espíritu

al volcar el corazón a Él.

Sólo en el espíritu vemos que Dios es grande,

es hermoso y supremo.

Ese es el camino del Espíritu en el hombre.

¡Oh, Dios! Que Tu Espíritu

vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

Sí, vuelve a conmovernos,

vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!

¡Oh, Dios! Que Tu Espíritu

vuelva a conmover nuestros espíritus.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

Sí, vuelve a conmovernos,

vuelve a conmovernos, Dios.

Para que así nuestro amor

sea eterno y no cambie nunca.

¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios! ¡Oh, Dios!