El anhelo del alma: el clamor profundo del Salmos 42:1
Lectura de Misa de hoy: “Como busca el sediente ciervo por las fuentes de aguas, así, ¡oh Dios!, clama por ti el alma mía” (Salmos 42:1).
Este es un clamor espiritual a Dios que trasciende las palabras y expresa el profundo anhelo y la búsqueda de Dios en el corazón. Así como los ciervos anhelan el agua, esta es una necesidad de vida, un instinto de buscar el alimento y la fuente de vida. Nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan el alimento de las palabras de Dios, así como los ciervos necesitan el agua. En el ajetreo y el bullicio de la vida real, es fácil para nosotros confundirnos con diversos pensamientos que nos distraen e ignorar el verdadero anhelo de Dios en nuestro corazón, sin embargo, el anhelo de Dios en nuestro corazón es un poder puro y un fuerte deseo de estar cerca de Dios. Que nos detengamos en el ajetreo de la vida diaria y hagamos un clamor sincero a Dios. En este profundo anhelo, experimentaremos un encuentro más íntimo con Dios, como un ciervo encuentra las corrientes de las aguas, y nuestras almas encontrarán el verdadero consuelo y el gozo en el amor de Dios.
Oremos juntos:
Querido Señor, mi corazón te anhela como un ciervo anhela las corrientes de las aguas. En este mundo complicado siento sed y necesidad en mi corazón, por favor dame un corazón que anhele una experiencia más cercana contigo. Señor, tú eres la fuente de mi vida, el alimento y el refugio de mi alma. Hoy vengo a ti con un corazón anhelante y te abro mi corazón. Te necesito, mi alma necesita el alimento y el consuelo de tus palabras como un ciervo necesita el agua de un arroyo. Señor, sé que eres un Padre celestial amoroso y un Dios lleno de gracia, que escuches mis sinceras oraciones, que tus palabras guíen mis pasos hacia adelante para que no me desvíe de tu camino y reciba la nutrición y el consuelo de tus palabras en mi corazón. Que tu nombre sea glorificado por siempre. ¡Amén!