Estudio sobre Apocalipsis 21:4: Cómo deshacerse del dolor y vivir una vida feliz
Y Dios enjugará de sus ojos todas las lágrimas; y no habrá ya muerte, ni llanto, ni alarido, ni habrá más dolor, porque las cosas de antes son pasadas.
Estas son las hermosas promesas de Dios para nosotros, y todos esperan recibirlas, especialmente ahora que los desastres son cada vez más grandes y la vida de la gente es cada vez más difícil. Al sentir que la vida es demasiado dura y agotadora, anhela aún más deshacerse del dolor lo antes posible y vivir una vida feliz sin dolor ni lágrimas. Ahora viene una pregunta, las promesas de Dios son hermosas, entonces, ¿cómo podemos obtenerlas? Algunos dirán: “Nuestros pecados han sido perdonados por la fe en el Señor, y Dios ya no nos considera pecadores. Mientras no nos apartemos del nombre y el camino del Señor, nos llevará a entrar en el hermoso destino cuando venga”. ¿Esta perspectiva se ajusta a la voluntad del Señor? La Biblia dice: “Bienaventurados los que lavan sus vestiduras en la sangre del Cordero, para tener derecho al árbol de la vida y a entrar por las puertas de la ciudad santa” (Apocalipsis 22:14). “Todo aquel que comete pecado, es esclavo del pecado. Es así que el esclavo no mora para siempre en la casa; el hijo sí permanece siempre en ella” (Juan 8:34-35). Las palabras de Dios dicen: “Debes saber qué tipo de personas deseo; los impuros no tienen permitido entrar en el reino, ni mancillar el suelo santo. Aunque puedes haber realizado muchas obras y obrado durante muchos años, si al final sigues siendo deplorablemente inmundo, entonces ¡será intolerable para la ley del Cielo que desees entrar en Mi reino! Desde la fundación del mundo hasta hoy, nunca he ofrecido acceso fácil a Mi reino a cualquiera que se gana mi favor. Esta es una norma celestial ¡y nadie puede quebrantarla!” (“El éxito o el fracaso dependen de la senda que el hombre camine”).
De esto, podemos ver que Dios es justo y santo, y aquellos que no han logrado la purificación no están calificados para heredar las promesas de Dios y entrar en un hermoso destino. En cuanto a nosotros, aunque nuestros pecados son perdonados al creer en el Señor, y podemos orar y partipar en reuniones con frecuencia, todavía podemos pecar y resistirnos a Dios involuntariamente, y no podemos escapar de la esclavitud del pecado en absoluto, ¿Cómo merecemos recibir las promesas de Dios? Entonces, ¿cómo podemos deshacernos de la corrupción y ser purificados, obtener las promesas de Dios y vivir una vida feliz sin dolor? El Señor Jesús profetizó: “Aún tengo otras muchas cosas que deciros; mas por ahora no podéis comprenderlas. Cuando venga el Espíritu de verdad, él os enseñará todas las verdades necesarias para la salvación” (Juan 16:12-13). “Santifícalos en la verdad. La palabra tuya es la verdad misma” (Juan 17:17). Y en 1 Pedro dice: “Pues tiempo es de que comience el juicio por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). El Señor Jesús profetizó muchas veces que Él vendría otra vez, y estas palabras son exactamente la obra que el Señor profetizó que Él haría cuando regresara en los últimos días, es decir, expresar muchas verdades para hacer una etapa de obra de juicio, guiar a la gente a entrar en toda la verdad y salvarla del pecado y de la influencia de Satanás por completo, finalmente llevarla al reino de Dios y obtener un destino hermoso. Por lo tanto, el hombre debe aceptar la obra de juicio realizada por el Señor retornado, y solo después de obtener la verdad, su corrupción puede ser completamente purificada, su naturaleza pecaminosa puede ser resuelta y el hombre puede verdaderamente obedecer, temer y amar a Dios, liberarse del pecado y ser santificado, estar calificado para entrar en el reino de Dios y vivir una vida hermosa sin lágrimas ni dolor. Se puede ver que aceptar el juicio y la obra de la purificación del Señor retornado es la única manera de escapar del pecado y el dolor y entrar en el reino de Dios para llevar una vida feliz.
Tal como las palabras de Dios dicen: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad y se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre; no lo libró de la totalidad de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió que Jesús se convirtiera en la ofrenda por el pecado y cargara con los pecados del hombre, sino también que Dios realizara una obra incluso mayor para librar completamente al hombre de su carácter satánicamente corrompido. Y, así, ahora que el hombre ha sido perdonado de sus pecados, Dios ha vuelto a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio. Esta obra ha llevado al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida” (“Qué significa creer verdaderamente en Dios”).
“El objetivo de la obra de castigo y juicio de Dios pretende, en esencia, purificar a la humanidad en aras del reposo final. Sin esta purificación, nadie de la humanidad podrá ser clasificado en diferentes categorías según su especie ni entrar en el reposo. Esta obra es el único camino de la humanidad para entrar en el reposo” (“Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo”).
Hasta aquí, si deseas conocer más la obra del juicio de Dios en los últimos días, y emprender el camino hacia el desecho del pecado, la purificación y el reino de los cielos cuanto antes, ¡haz clic en el enlace para contactarnos!