Los versículos bíblicos sobre la salvación de Dios - ¿Cómo obtener la salvación de Dios de los últimos días?
La salvación de Dios es lo que le concede Dios a la humanidad. Dios proclamó las leyes en la Era de la Ley para guiar al hombre a vivir y que supiera qué era el pecado; en la Era de la Gracia, Dios hizo la obra de redención perdonando el pecado del hombre; también preparó Él la salvación de los últimos días para aquellos que le han estado esperando, de modo que purifique sus pecados, dicha salvación está vinculada con su final y destino, es la clave de ser salvos y entrar en el reino de los cielos. Entonces, ¿qué es la salvación de los últimos días? ¿Cómo obtenerla? Por favor, ¡lea los siguientes versículos relacionados del tema!
Acerca de la salvación
Salmos 91:14-16
Ya que ha esperado en mí, yo le libraré; yo lo protegeré, pues ha conocido o adorado mi Nombre. Clamará a mí, y lo oiré benigno. Con él estoy en la tribulación; lo pondré a salvo, y lo llenaré de gloria. Lo sacaré con una vida muy larga, y le haré ver el salvador que enviaré.
Salmos 98:1-3
Cantad a Dios un cántico nuevo; porque ha hecho maravillas. Su diestra y su santo brazo han obrado su salvación. Yavé ha hecho conocer su salvador , ha mostrado su justicia a los ojos de las naciones. Ha tenido presente su misericordia y la verdad de sus promesas a favor de la casa de Israel. Todos los confines de la tierra han visto la salvación que nuestro Dios nos ha enviado.
Salmos 62:1
¿Cómo no estará mi alma sometida a Dios, dependiendo de él mi salvación?
Isaías 12:1
He aquí que Dios es el salvador mío; viviré lleno de confianza, y no temeré; porque mi fortaleza y mi gloria es Yavé, y él ha tomado por su cuenta mi salvación.
Lucas 19:9-10
Jesús le respondió: Ciertamente que el día de hoy ha sido día de salvación para esta casa; pues que también éste es hijo de Abrahán. Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que había perecido.
Isaías 46:13
Yo aceleraré la venida de mi justicia, ella no tardará; y no se dilatará la salud que de mí viene. Yo pondré la salud en Sión, y haré brillar mi gloria en Israel.
1 Pedro 1:7-8
A quien amáis, sin haberle visto; en quien ahora igualmente creéis, aunque no lo veis; mas porque creéis os alegraréis con júbilo indecible y colmado de gloria, alcanzando por premio de vuestra fe la salud de vuestras almas.
1 Pedro 1:5
A quienes la virtud de Dios conserva por medio de la fe para haceros gozar de la salud, que ha de manifestarse claramente en los últimos tiempos.
Hebreos 9:27
Así también Cristo ha sido una sola vez inmolado u ofrecido en sacrificio para quitar de raíz los pecados de muchos, y otra vez aparecerá no para expiar los pecados ajenos, sino para dar la salud eterna a los que le esperan con viva fe.
1 Pedro 1:12
Por lo cual bien apercibido y preparado vuestro ánimo, tened perfecta esperanza en la gracia que se os ofrece hasta la manifestación de Jesucristo,
Juan 16:12-13
Aún tengo otras muchas cosas que deciros; mas por ahora no podéis comprenderlas. Cuando venga el Espíritu de verdad, él os enseñará todas las verdades necesarias para la salvación; pues no hablará de suyo, sino que dirá todas las cosas que habrá oído, y os anunciará las venideras.
1 Pedro 4:16
Pues tiempo es de que comience el juicio por la casa de Dios.
Las palabras relevantes de Dios:
Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad y se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre; no lo libró de la totalidad de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió que Jesús se convirtiera en la ofrenda por el pecado y cargara con los pecados del hombre, sino también que Dios realizara una obra incluso mayor para librar completamente al hombre de su carácter satánicamente corrompido. Y, así, ahora que el hombre ha sido perdonado de sus pecados, Dios ha vuelto a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio. Esta obra ha llevado al hombre a una esfera más elevada. Todos los que se someten bajo Su dominio disfrutarán una verdad más elevada y recibirán mayores bendiciones. Vivirán realmente en la luz, y obtendrán la verdad, el camino y la vida.
Extracto de ‘Qué significa creer verdaderamente en Dios’ en “La Palabra manifestada en carne”
La obra de los últimos días es separar a todos según su especie, y concluir el plan de gestión de Dios, porque el tiempo está cerca y el día de Dios ha llegado. Dios trae a todos los que entran en Su reino, todos los que le son leales hasta el final, a la era de Dios mismo. Sin embargo, antes de la llegada de la era de Dios mismo, la obra de Dios no es la de observar las acciones del hombre ni la de indagar sobre la vida de este, sino la de juzgar la desobediencia del hombre, porque Dios purificará a todos los que vengan ante Su trono. Todos los que han seguido los pasos de Dios hasta el día de hoy son los que acuden ante el trono de Dios, y siendo esto así, cada persona que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto de Su purificación. En otras palabras, todo el que acepta la obra de Dios en su fase final es el objeto del juicio de Dios.
Extracto de ‘Cristo hace la obra del juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Cristo de los últimos días usa una variedad de verdades para enseñar al hombre, para exponer la sustancia del hombre y para analizar minuciosamente sus palabras y acciones. Estas palabras comprenden verdades diversas tales como el deber del hombre, cómo el hombre debe obedecer a Dios, cómo debe ser leal a Dios, cómo debe vivir una humanidad normal, así como la sabiduría y el carácter de Dios, etc. Todas estas palabras están dirigidas a la sustancia del hombre y a su carácter corrupto. En particular, las palabras que exponen cómo el hombre desdeña a Dios se refieren a que el hombre es una personificación de Satanás y una fuerza enemiga contra Dios. Al emprender Su obra del juicio, Dios no aclara simplemente la naturaleza del hombre con unas pocas palabras; la expone, la trata y la poda a largo plazo. Todos estos métodos diferentes de exposición, de trato y poda no pueden ser sustituidos con palabras corrientes, sino con la verdad de la que el hombre carece por completo. Solo los métodos de este tipo pueden llamarse juicio; solo a través de este tipo de juicio puede el hombre ser doblegado y completamente convencido por Dios y, además, obtener un conocimiento verdadero de Dios. Lo que la obra de juicio propicia es el entendimiento del hombre sobre el verdadero rostro de Dios y la verdad sobre su propia rebeldía. La obra de juicio le permite al hombre obtener mucho entendimiento de la voluntad de Dios, del propósito de la obra de Dios y de los misterios que le son incomprensibles. También le permite al hombre reconocer y conocer su esencia corrupta y las raíces de su corrupción, así como descubrir su fealdad. Estos efectos son todos propiciados por la obra del juicio, porque la esencia de esta obra es, en realidad, la obra de abrir la verdad, el camino y la vida de Dios a todos aquellos que tengan fe en Él. Esta obra es la obra del juicio realizada por Dios.
Extracto de ‘Cristo hace la obra del juicio con la verdad’ en “La Palabra manifestada en carne”
Aquellos que puedan permanecer firmes durante la obra del juicio y el castigo de Dios durante los últimos días, es decir, durante la obra final de purificación, serán los que entrarán en el reposo final con Dios; por lo tanto, los que entran en el reposo se habrán librado de la influencia de Satanás y Dios los habrá adquirido después de que hayan pasado Su obra final de purificación. Estos humanos a los que Dios finalmente haya adquirido entrarán en el reposo final. El objetivo esencial de la obra del castigo y el juicio de Dios es purificar a la humanidad y prepararla para el día del reposo final. Sin esta purificación, nadie de la humanidad podrá ser clasificado en diferentes categorías según su especie ni entrar en el reposo. Esta obra es el único camino de la humanidad para entrar en el reposo. Solo la obra de purificación de Dios purificará a los humanos de su injusticia y solo Su obra de castigo y juicio traerá a la luz aquellos elementos rebeldes entre la humanidad, separando de ese modo a los que pueden ser salvados de los que no, y aquellos que permanecerán de los que no. Cuando esta obra termine, todas aquellas personas a las que se les permita permanecer serán purificadas y entrarán en un estado superior de humanidad en el que disfrutarán de una segunda vida humana más maravillosa sobre la tierra; en otras palabras, comenzarán su día del reposo humano y convivirán con Dios. Después de que aquellos a los que no se les permite permanecer hayan sido castigados y juzgados, su verdadera forma de ser se revelará por completo; después de esto todos serán destruidos y, al igual que Satanás, ya no se les permitirá sobrevivir sobre la tierra. La humanidad del futuro no incluirá ya a nadie de ese tipo de personas; tales personas no son aptas para entrar a la tierra del último reposo ni tampoco para participar en el día del reposo que Dios y la humanidad compartirán, porque son blanco del castigo, son malvadas y no son justas. Fueron redimidas una vez y también juzgadas y castigadas; también, una vez, le rindieron servicio a Dios. Pero, cuando el día final venga, serán eliminadas y destruidas debido a su propia maldad y debido a su propia desobediencia e incapacidad de ser redimidas; nunca volverán a existir en el mundo del futuro y tampoco vivirán entre la raza humana del futuro. […] Su obra última de castigar el mal y recompensar el bien es para purificar por completo a todos los humanos para que Él pueda llevar a una humanidad completamente santa al reposo eterno. Esta etapa de Su obra es la más crucial. Es la etapa final de toda Su obra de gestión. Si Dios no destruyera a los malvados y los dejara permanecer, entonces los humanos todavía no podrían entrar en el reposo y Dios no podría llevar a toda la humanidad a un reino mejor. Esta obra no estaría completa. Cuando Él termine Su obra, toda la humanidad será completamente santa; solo de esta manera Dios podrá vivir en paz en el reposo.
Extracto de ‘Dios y el hombre entrarán juntos en el reposo’ en “La Palabra manifestada en carne”
¿Cómo se puede recibir la salvación de Dios en los últimos días?
Mateo 5:3
Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
Mateo 5:6
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.
Mateo 25:6
Mas llegada la medianoche, se oyó una voz que gritaba: Mirad que viene el esposo, salidle al encuentro.
Juan 10:27-28
Mis ovejas oyen la voz mía; y yo las conozco, y ellas me siguen. Y yo les doy la vida eterna; y no se perderán jamás, y ninguno las arrebatará de mis manos.
Apocalipsis 3:19
He aquí que estoy a la puerta de tu corazón, y llamo; si alguno escuchare mi voz y me abriere la puerta, entraré a él, y con él cenaré, y él conmigo.
Apocalipsis 14:4
Estos son los que no se mancillaron con mujeres, porque son vírgenes. Estos siguen al Cordero doquiera que vaya.
Las palabras relevantes de Dios:
Por esta razón, ya que estamos buscando las huellas de Dios, nos corresponde a nosotros buscar la voluntad de Dios, Sus palabras y declaraciones; porque dondequiera que haya nuevas palabras dichas por Dios, allí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están Sus hechos. Donde está la expresión de Dios, ahí aparece, y cuando aparece, ahí existe la verdad, el camino y la vida. Al buscar las huellas de Dios, habéis ignorado las palabras “Dios es la verdad, el camino y la vida”. Y así, muchas personas, incluso cuando reciben la verdad, no creen que han encontrado las huellas de Dios y mucho menos reconocen la aparición de Dios. ¡Qué error tan grave! La aparición de Dios no se puede reconciliar con las nociones del hombre; todavía menos puede Dios aparecer por órdenes del hombre. Dios toma Sus propias decisiones y tiene Sus propios planes cuando hace Su obra; más aún, Él tiene Sus propios objetivos y Sus propios métodos. Sea cual sea la obra que Él haga, no es necesario que la consulte con el hombre o busque su consejo, ni mucho menos que notifique de Su obra a cada persona. Este es el carácter de Dios, que debería además ser reconocido por todo el mundo. Si deseáis presenciar la aparición de Dios, seguir las huellas de Dios, entonces debéis primero apartaros de vuestras propias nociones. No debes exigir que Dios haga esto o aquello; mucho menos debes colocarlo dentro de tus propios confines y limitarlo a tus propias nociones. En cambio, debéis exigiros cómo debéis buscar las huellas de Dios, cómo debéis aceptar la aparición de Dios, y cómo debéis someteros a Su nueva obra; esto es lo que el hombre debe hacer. Ya que el hombre no es la verdad y no está dotado de la verdad, debe buscar, aceptar y obedecer.
Extracto de ‘La aparición de Dios ha dado lugar a una nueva era’ en “La Palabra manifestada en carne”